Buenas noticias: ¡Dios no necesita nuestra ayuda! Él es perfectamente capaz de lograr todo lo bueno sin nosotros. De hecho, ya lo ha hecho. Su grito en la cruz de “Consumado es” es prueba. Después de todo, Sus obras fueron terminadas antes de la fundación del mundo. ( Hebreos 4:3 )
Sin embargo, Él requiere nuestra obediencia. Ciertas cosas no se manifestarán en la tierra sin que cooperemos con el Espíritu Santo. Sin embargo, la tendencia humana es aprender lo que Él quiere que hagamos y luego tratar de cumplirlo con nuestra propia fuerza y comprensión.
Las promesas de Dios son Sí y Amén por medio de Cristo ( 2 Corintios 1:20 ), pero debemos ser guiados por Su Espíritu en la forma en que Él elige llevarlas a cabo.
Considere al rey David y su hijo Salomón. Aunque David escribió muchos de los Salmos, el Salmo 127 fue escrito por Salomón. Él fue testigo de primera mano de que David quería ser el que construyera el templo en Jerusalén para el Señor. Sin embargo, Dios le dijo a David que Salomón era el elegido para construirlo. ( 1 Reyes 8:17-19 ) David aceptó la elección de Dios y pasó años trazando planes y reuniendo los recursos para facilitarle las cosas a Salomón. Habría sido una tontería que David desobedeciera y pasara incontables horas construyendo un templo. Dios no necesitaba la ayuda de David para construirle un templo. David y Salomón tuvieron que seguir las órdenes de Dios para que el Señor lo hiciera el lugar de Su morada.
El rey Salomón correctamente decretó en el Salmo 127:1-2 (NVI):
Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles. Si el Señor no guarda la ciudad, en vano velan los guardias. En vano os levantáis temprano y os desveláis, afanándoos por comida para comer, porque él concede el sueño a los que ama.
¿Soy el único que alguna vez ha tratado de construir cosas que el Señor no estaba bendiciendo? ¿O intentar llevar a cabo Sus planes con mis propias fuerzas? Hay una manera mejor, y es permanecer en Él. Cuando trabajamos fuera de Su gracia, inconscientemente estamos diciendo que podemos hacer un mejor trabajo en la edificación de nuestras vidas que Él. ¡Hay una razón por la cual Jesús era carpintero mientras estuvo en la tierra!
Que te renueves hoy en el conocimiento de que Dios está llevando a término la obra que ha comenzado en ti. ( Filipenses 1:6 ) Como Su hijo o hija, eres muy preciado para Él y Él es el Maestro Constructor. ¡Él requiere nuestra obediencia, pero no necesita nuestra ayuda!
CBN
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