Un pastor de Tennessee regresó al púlpito el Domingo de Pascua, justo un mes después de recibir un disparo en la boca afuera de su iglesia.
"Es Domingo de Resurrección, pero también es Domingo de Testimonio para mí", dijo el pastor Clemmie Livingston Jr. de la Iglesia Bautista New Zionfield de Memphis. "Soy un testimonio vivo".
Como informó CBN News, el pastor Livingston resultó gravemente herido cuando intentó detener que dos hombres trataran de robar el vehículo de un profesor de la escuela dominical el 25 de febrero.
Los asaltantes dispararon al pastor mientras huían del lugar.
"La víctima recibió un disparo cuando salía de la iglesia mientras los sospechosos robaban un Chevrolet Corvette plateado de 2019", decía entonces un comunicado del Departamento de Policía de Memphis. "Mientras los sospechosos huían del lugar en el vehículo robado, efectuaron disparos, alcanzando a la víctima".
La bala destrozó por completo la mandíbula de Livingston, que tuvo que someterse a varias cirugías para repararla.
"En este momento, no puede comer ni hablar y se comunica con nosotros a través de notas y gestos con las manos", dijo su esposa, Gwendoline, a los medios de comunicación. "Los cirujanos han perforado (...) y le han colocado un aparato ortopédico en el lado derecho de la cara para intentar mantener la mandíbula cerrada, porque la bala le destrozó el hueso de la mandíbula en muchos trozos del tamaño de un guijarro".
El camino hacia la recuperación se preveía lento, pero el hombre de 71 años estaba decidido a predicar.
"Creo en las Escrituras, donde Pablo dice: 'Todo lo puedo en Cristo que me fortalece'", declaró Livingston a la emisora local FOX13.
"He estado en el púlpito de muchas Pascuas en el pasado", añadió. "Esta es la primera vez que estoy en el púlpito como un soldado herido de Dios. Estoy herido, pero no muerto".
Livingston dijo al medio que estaba aprovechando la oportunidad de predicar ahora ya que tiene más cirugías próximas.
Según ABC27, el pastor también está luchando contra el cáncer de huesos, lo que hace las cosas un poco más complicadas, pero no imposibles.
"No me ha abandonado ni un solo día el llamado a predicar", dijo. "Todos los días, cuando me levanto hasta cuando duermo, Dios está en mi mente".
Livingston dice que el momento que se suponía fatal sólo ha aumentado su fe en Dios.
"Realmente no sabes lo mucho que puedes orar hasta que pasas por una crisis como la que yo he pasado", dijo.
Aunque no se han producido detenciones en relación con el tiroteo, Livingston se siente motivado para ayudar a los jóvenes de su comunidad que se han recurrido a la delincuencia.
"Algunos de estos jóvenes no han tenido la oportunidad de conseguir trabajo, de comprarse su propio vehículo... [tenemos que] ayudarles. Enseñarles cómo colocar ladrillos", compartió. "Ese es mi plan. Enseñarles todas estas cosas. Lo que sea necesario. Detener la matanza".
Gwendoline inició una campaña en GoFundMe para recaudar dinero para ayudar con el costo de las cirugías. Hasta la fecha, la recaudación de fondos ha alcanzado más de 39.000 dólares de su objetivo de 50.000 dólares.
CBN
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