El director general de la OEIA dice que nadie puede confirmar los daños sufridos en planta de Fordó

Naciones Unidas (EFE).- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, dijo este domingo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “nadie, ni siquiera el OIEA, está en capacidad de confirmar los daños subterráneos” en el sitio de Fordó, la planta principal donde Irán produce uranio enriquecido.

En una sesión de emergencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU en este domingo, solicitada por Irán tras los ataques perpetrados ayer por Estados Unidos contra tres plantas nucleares, Grossi subrayó que “los ataques armados contra sitios nucleares nunca deberían suceder (porque) pueden derivar en escapes radiactivos con graves consecuencias”.

Grossi señaló que en la planta de Fordó son ahora visibles «grietas», que confirman el uso de esas bombas anti-búnker de las que informó EE.UU., pero insiste en que es imposible evaluar los daños causados en la planta.

El director general del OIEA confirmó asimismo que en la planta de Isfahán “parece que han sido alcanzados los accesos a los túneles usados para el almacenamiento de material enriquecido”, además de algunos edificios relacionados, y que también atacaron la planta de enriquecimiento de combustible de Natanz, pero no ahondó en más detalles.

Resaltó que Irán ha informado a su organismo de que “no hay incremento de la radiación exterior» en ninguna de las tres plantas”.

Grossi y Guterres evitaron nombrar directamente a EE.UU.
Aunque se cuidó de criticar a Estados Unidos por su nombre, Grossi resaltó que «la escalada militar pone en peligro las vidas y retrasa cualquier solución diplomática para lograr una certeza a largo plazo de que Irán no logra un arma nuclear».

Una vez más, dijo estar listo para viajar de inmediato a Irán y comenzar negociaciones con todas las partes para garantizar la protección y seguridad de las plantas nucleares y el uso pacífico de la tecnología nuclear.

Antes de Grossi, tomó la palabra el secretario general António Guterres que tampoco citó a Estados Unidos por su nombre pero lo criticó indirectamente cuando dijo que “todos los Estados miembros deben actuar de acuerdo con sus obligaciones según la carta de la ONU y las demás reglas de la legalidad internacional”.

Sí se dirigió de forma directa a Irán, recordándole que «debe respetar totalmente el Tratado de No Proliferación, que es un pilar de la paz y la seguridad internacionales».

El Consejo de reúne únicamente en casos excepcionales
Este Consejo nunca se reúne en fines de semana ni festivos salvo en casos de máxima emergencia, como sucede con las guerras o invasiones de países.

Esta es la tercera sesión pedida por Irán desde que Israel lanzó sus ataques contra las instalaciones nucleares del país persa, a los que ayer se sumó Estados Unidos: la primera sesión de emergencia se celebró el viernes 13 y una segunda tuvo lugar siete días después.

Ninguna de esas sesiones anteriores se saldó con una resolución ni tampoco con una declaración común, algo impensable dado el derecho de veto que EE.UU. tiene sobre las decisiones del Consejo, además de que el conflicto con Irán por su programa nuclear es un tema altamente divisivo dentro del Consejo.

Habitualmente, de las cinco grandes potencias con asiento permanente, Rusia y China suelen alinearse del lado de Irán y los países occidentales en el lado contrario; de hecho, los ataques de ayer de la aviación estadounidense no se han condenado por Francia ni el Reino Unido, cuyos mandatarios han preferido postear en sus redes sociales sobre la imposibilidad de permitir a Irán desarrollar armas nucleares.

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